Bodegas Gutierrez Colosía
D.O. Jerez y Manzanilla de Sanlúcar
Es tiempo de vinos dulces. O al menos es mi tiempo de vinos dulces, por que no sé por qué pero en cuanto llega el verdadero frío aparece por casa alguna botella de Pedro Ximenez, alguna botella de Moscatel, bien de Chipiona bien de Chiclana, etc. La verdad es que me encantan los vinos dulces, pero solo los tomo en invierno. Da la sensación que las tardes desaparecen y del día se pasa a la noche en un suspiro. Así, que ya tenemos en casa una botella de Pedro Ximenez.
Cómo explicar que una uva blanca, la Pedro Ximenez, dé lugar a un vino tan negro como el petroleo.¿han visto de qué color son las pasas? Pues eso; es un vino hecho con pasas, uvas que una vez recolectadas se solean, es decir, se exponen al sol para que se sequen, se evapore todo el contenido en agua, y se concentren las cantidades de azúcar, al tiempo que van adquiriendo ese tono caoba oscuro, casi opaco. Si a eso le añadimos un periodo de crianza según el sistema de soleras y criaderas típico de la zona, acaba por obtenerse este "nectar" denso, oleoso, con esas características lágrimas que caen por el interior de la copa que nos indica que estamos ante un vino muy glicérico, término que deriva de glicerina, el compuesto químico con mayor presencia en un vino después del agua y el etanol, y que está relacionado con el alcohol (17% en este caso) muy característico de vinos generosos, amontillados, olorosos, y los dulces por supuesto.
Y después de esta explicación medio técnica, vamos con el vino en sí, ¿no les parece?
Ya les conté algo sobre la Bodega Gutierrez Colosía, pero sus dos vinos dulces por excelencia son este Pedro Ximenez, y un Moscatel soleado, soberbios los dos.
No es un vino muy viejo, debe andar entre los 8-10 años de crianza. Tiene un color caoba oscuro, y un aroma de pasas extraordinario. En boca es muy sedoso, suave, untuoso que también es un termino de cata que se aplica a estos vinos, con una punta de alcohol que sobresale. Muy goloso y persistente.