19 ago 2011

Ximénez-Spínola Exceptional Harvest 2010

Ximénez-Spínola Exceptional Harvest 2010
Pedro Ximénez 100%
12.5 %VOL.
Bodegas Ximénez-Spínola
Jerez
He de reconocer que de Ximénez-Spínola solo sabía de su excecional Pedro Ximénez, un PX viejo, de producción muy limitada, y de su excepcional Licor de Brandy; pero nada sobre su filosofía como bodega ni su historia. Ahora ya conozco, además,  su Exceptional Harvest. Un vino que me ha teletransportado al más sublime de los Vinobles de todos los que he podido asistir, esa muestra de vinos nobles que cada dos años se celebra en Jerez. Al catar este vino me han venido a la mente aquellos late harvest chilenos, algunas elaboraciones de Sauternes, Tokaj, incluso algunos icewine canadienses, con la particularidad de que éste está elaborado en Jerez.
A ver, es un vino no tan complejo como los que he mencionado, aquí no hay nada de botrytis, pero sí una sobre maduración de la uva pedro ximénez que le confiere al vino carácter y personalidad.
El proceso de elaboración es aparentemente sencillo:  semanas después de vendimiar la pedro ximenez que pasifican y emplean para elaborara su PX, recolectan estas otras con un punto más de maduración; fermenta en un depósito de acero inoxidable con sus hollejos, y después pasa a unas botas de roble americano que han contenido oloroso de Jerez, en una crianza de unos 3 meses aproximadamente, sobre sus propias lías y con battonage más o menos periódicos. Y ya está, un vino que distribuye a todos su luz, como reza el lema de la bodega.
El resultado es un vino de color amarillo dorado, acerado, con aparente densidad. Con unas notas amieladas, otras de albaricoques, mejor dicho orejones, incluso notas de manzana asada. Me recuerda a la tarta de manzana que hacía mi madre, pero claro este es un descriptor algo particular. Mi madre hace las tartas de manzana con mermelada de albaricoque por encima, y al pasarla  por el horno la manzana se asaba ligeramente. En boca tiene una ligera acidez maravillosa, y sin embargo, el vino no deja sensación dulce al final, al contrario, es más bien seco.El dulzor está presente, se le intuye, pero no se nota. Una delicia. Un vino muy particular.
La verdad es que el vino es ante todo sorprendente. Sorprende que un vino así elaborado y aquí en la zona del jerez, tenga tanta estructura, un soporte que seguro lo hará durar muchos años en botella.


La Bodega data de 1729, cuando Felipe Antonio Zarzana Spínola funda la compañia exportadora antecesora de la actual, que sigue siendo eminentemente familiar, con Jose Antonio Zarzana al frente del Consejo de Familia. Vinos únicos y particulares de una bodega particular y única, que solo está dispuesta a sacar toda la expresión a la uva pedro ximenez.

Sólo me resta agradecer a Armando Guerra, de La Sacristía, el haberme puesto por delante este vino, y poder saborearlo despacio en su misma sacristía.

9 ago 2011

Fino El Maestro Sierra

Fino El Maestro Sierra
Bodegas El Maestro Sierra
Palomino (100%)
D.O. Jerez y Manzanilla de Sanlucar



No es frecuente, más bien al contrario, encontrar entre las bodegas del Marco de Jerez aquellas que indican claramente la fecha de embotellado en sus etiquetas, dado que estos vinos no tiene indicación de cosecha, podría ser una manera de saber el tiempo que lleva en la calle, así que un cambio en la imágen del vino suele ser una muy buena pista. No obstante, este no es el caso, ya que desde hace unos años la bodega El Maestro Sierra lo indica expresamente en el lote: Mes y año. Esta nueva imágen, corresponde a Abril de 2011.
Al margen de cambios externos, lo verdaderamente interesante es lo de dentro, eso es obvio. Es uno de mis finos favoritos, naturales, artesanos diría; a la vieja usanza.
Sobre la bodega en sí ya les conté algo el año pasado cuando hablé del Oloroso de esta misma bodega, aún tengo pendiente la visita a la bodega (y me acuerdo cada vez que paso por delante), así que les contaré esta historia porque cuando me enteré a mí me cautivó:
Resulta que esta es la única bodega jerezana dirigida enteramente por mujeres, Dª Pilar Plá, su hija, y la enóloga, Ana. Pues bien, la madre de Dª Pilar, se casó muy joven con el dueño de una bodega jerezana, pero la muerte inesperada del marido la deja sola con su madre de 80 años y su hija universitaria. El acoso a la viuda comenzó a los pocos días. El comercio no respeta el luto. La bodega se vió acechada por multitud de compradores, ansiosos por adquirir tan preciado tesoro, a los que Dª Pilar, de fuerte caracter, no duda en echar con cajas destempladas. Valiente y decidida, convence a su afligida hija para que se haga cargo del negocio familiar. Fue la mejor medicina contra la melancolía por la muerte del padre.
El negocio, que no tardó en seguir su cauce, suministraba fino a González Byass y oloroso a Domecq; en total, aproximadamente unas 90 botas. Pero la demora de dos años en los pagos de Domecq, las obligó a buscar otros compradores. Entonces apareció Lustau. Con la compra de los vinos más viejos que poseía el maestro Sierra, Lustau logró abrirse un mercado muy sustancial en Londres. Tras el fallecimiento del Sr. Balau, antigua propietario de Lustau, y posterior unión con el grupo Caballero, la buena relación mantenida con El Maestro Sierra se enfrió. Fue entonces cuando esta bodega decidió dar el paso de Almacenista a embotellador. (1)
No me digan que no es de película...


Bueno, volviendo a nuestro fino protagonista de hoy, solo nos resta servirnos una copa y notar como se inunda la estancia de una aroma fresco, sutilmente salino, con notas de flores y algo de levadura de pan, y notar en boca que esa sutileza se convierta en extrema sequedad, potencia, y un final amargo, muy equilibrado. Es un vino con gran expresividad, como los mejores finos. Y de larguísimo final.
¿Otra copita?


(1) Ref: Vinum, Revista Europea del Vino.(2006)