Fino La Ina
Palomino 100%
15% vol.
Bodegas Lustau.
D.O. Jerez.
Beber "La Ina" es comprobar la excelencia de uno de los vinos de Jerez más conocido en todo el mundo, Los paladares más exigentes y refinados cotizan los altos valores que hacen de "La Ina" el vino único para llevar la alegría y el sol de España a todos los lugares de la Tierra. "La Ina" es un Jerez fino, seco, pálido, con un sabor y una fragancia inconfundibles.
(Texto extraído de un folleto publicitario de 1965)
Y así sigue este clásico fino jerezano cuando ya hace seis años que Bodegas Caballero, a través de su filial Lustau, se hizo con su marca y con todas sus existencias - unas 4000 botas- de este vino de la antigua casa Domecq. Una solera casi centenaria para un vino que ha visto pasar por delante mucha historia del Jerez.
De Domecq, pasando por algunas multinacionales extranjeras, hasta Osborne y finalmente Caballero, esta solera fundada en 1919, debe su nombre al Pago de La Ina o "Ahina" a las afueras de Jerez, donde según cuentan tuvo lugar la Batalla del Guadalete al comienzo de la invasión árabe de la península ibérica.
Catado recientemente este vino junto con otros vinos de crianza biológica, se notan en el fino La Ina unos aromas más potentes manteniendo la delicadeza y el punce de estos vinos. Aromas complejos.
En boca es muy seco, con el típico amargor almendrado y marcadas notas salinas. Este carácter más potente es debido a su mayor contenido en acetaldehido y a una mayor acidez que otros vinos, pero mantiene un equilibrio que lo hace muy agradable; un fino para los que gustan de verdad los vinos finos.
Palomino 100%
15% vol.
Bodegas Lustau.
D.O. Jerez.
Beber "La Ina" es comprobar la excelencia de uno de los vinos de Jerez más conocido en todo el mundo, Los paladares más exigentes y refinados cotizan los altos valores que hacen de "La Ina" el vino único para llevar la alegría y el sol de España a todos los lugares de la Tierra. "La Ina" es un Jerez fino, seco, pálido, con un sabor y una fragancia inconfundibles.
(Texto extraído de un folleto publicitario de 1965)
Y así sigue este clásico fino jerezano cuando ya hace seis años que Bodegas Caballero, a través de su filial Lustau, se hizo con su marca y con todas sus existencias - unas 4000 botas- de este vino de la antigua casa Domecq. Una solera casi centenaria para un vino que ha visto pasar por delante mucha historia del Jerez.
De Domecq, pasando por algunas multinacionales extranjeras, hasta Osborne y finalmente Caballero, esta solera fundada en 1919, debe su nombre al Pago de La Ina o "Ahina" a las afueras de Jerez, donde según cuentan tuvo lugar la Batalla del Guadalete al comienzo de la invasión árabe de la península ibérica.
Catado recientemente este vino junto con otros vinos de crianza biológica, se notan en el fino La Ina unos aromas más potentes manteniendo la delicadeza y el punce de estos vinos. Aromas complejos.
En boca es muy seco, con el típico amargor almendrado y marcadas notas salinas. Este carácter más potente es debido a su mayor contenido en acetaldehido y a una mayor acidez que otros vinos, pero mantiene un equilibrio que lo hace muy agradable; un fino para los que gustan de verdad los vinos finos.