Antología de los vinos de Germán: Presente, pasado y futuro.
De nuevo una interesante cata en la Taberna der Guerrita, en Sanlúcar de Barramenda, dentro de su - ya clásico - ciclo de Catas de Verano, esta vez para presentar los vinos que elabora el enólogo Germán Blanco: vinos de autor, vinos artesanos de pueblo, como los llama él.
Vinos de la Ribera del Duero, en la localidad de La Aguilera (Burgos) -Quinta Milú - que es su proyecto personal, y vinos del Alto Bierzo, Altos de San Esteban, de la bodega Marqués de Bembibre, de la que lleva toda la dirección técnica, tanto en campo como en bodega.
Germán Robles Blanco, más conocido como German R. Blanco en los ambientes, es de esos jóvenes enólogos que no solamante les apasiona su trabajo - esto debería ser condición necesaria para todos - sino que además como buen chicarrón del norte (por cierto, extraordinarios los chicharrones que nos puso Armando para acompañar la cata; es que ha sido escribir la palabra "chicarrón" y no he podido evitar acordarme de ellos; tiernos, algo tibios de temperatura, crujientes, !soberbios!), bueno, decía, que como buen chicarrón del norte - de Gijón, concretamente - tiene buena facha, buena voz y ese puntito de cachondo para meterse en el bolsillo en apenas unos minutos a toda la sala de catas der Guerrita, que nuevamente, y como pueden suponer, estaba hasta la bandera, y llenarla de carcajadas y risas con tanta frecuencia que las llamadas al orden por parte de Armando, sobre todo en el llamado "gallinero" donde yo me encontraba junto a Cris, la mujer de German, algunos amigos y demás, no se hicieron esperar, y más a medida que iba transcurriendo la cata, pues estaba previsto catar hasta 20 vinos pero resultó imposible por falta de tiempo y por la propia saturación del personal, no habituado a estas catas del tipo "Antología de..."
Y es que como muestra de su generosidad, Germán nos lo trajo todo. Quiso que lo conociéramos a fondo probando todos sus vinos. Tanto los que tiene ahora en el mercado, que sería lo normal, como una serie de muestras de barricas de los vinos que está elaborando ahora para su nuevo proyecto Casa Aurora, Poula 2013 y La Galapana 2013, y que saldrán el año que viene o el siguiente, y también alguno de sus primeros vinos. De ahí lo de presente, pasado y futuro. A eso súmenle sendas catas verticales de sus vinos estrella en ambas zonas: Quinta Milú La Cometa 2009, 2010, 2011 y 2012, y Altos de San Esteban Viñas de Monte 2008, 2009, 2010 (Edición especial) y 2011. Por supuesto la Perra GordaLo dicho, toda una antología.
En general, son vinos de viticultura tradicional, donde todo el protagonismo reside en la viña; de cada parcela un vino, vendimia manual, pisado de la uva también manual, (bueno, pedal en este caso), mínima intervención en bodega y empleando barricas ya usadas. Tampoco filtra, ni clarifica los vinos, así que es normal que aparezcan sedimentos en el fondo de la botella.
Particularmente, me quedo con los vinos de Ribera del Duero, los Quinta Milú, me quedo con todos. Milú es el más joven, con unos 6 meses de barrica, Quinta Milú La Cometa, viñedos más viejos y mayor crianza, y Quinta Milú "El Malo" cuyo nombre se refiere a un viñedo antiguo que bien por su orientación o bien por la composición del suelo resulta difícil de tratar, con baja producción y lenta maduración. Un viñedo "malo" que sin
embargo da lugar a un vino muy, muy bueno. Era lo esperado.
Pero si tuviera que quedarme con uno me quedaría con el magnum etiquetado de la foto de abajo. Un Quinta Milú Viñas Viejas 2009 "Selección para Pilar" la hermana de Milú, un vino familiar y como tal, reservado para la familia. Yo haría lo mismo. Mi mejor vino para mí. Como dice Armando "...es una de las ventajas de ser propietario..."
De nuevo una interesante cata en la Taberna der Guerrita, en Sanlúcar de Barramenda, dentro de su - ya clásico - ciclo de Catas de Verano, esta vez para presentar los vinos que elabora el enólogo Germán Blanco: vinos de autor, vinos artesanos de pueblo, como los llama él.
Vinos de la Ribera del Duero, en la localidad de La Aguilera (Burgos) -Quinta Milú - que es su proyecto personal, y vinos del Alto Bierzo, Altos de San Esteban, de la bodega Marqués de Bembibre, de la que lleva toda la dirección técnica, tanto en campo como en bodega.
Germán Robles Blanco, más conocido como German R. Blanco en los ambientes, es de esos jóvenes enólogos que no solamante les apasiona su trabajo - esto debería ser condición necesaria para todos - sino que además como buen chicarrón del norte (por cierto, extraordinarios los chicharrones que nos puso Armando para acompañar la cata; es que ha sido escribir la palabra "chicarrón" y no he podido evitar acordarme de ellos; tiernos, algo tibios de temperatura, crujientes, !soberbios!), bueno, decía, que como buen chicarrón del norte - de Gijón, concretamente - tiene buena facha, buena voz y ese puntito de cachondo para meterse en el bolsillo en apenas unos minutos a toda la sala de catas der Guerrita, que nuevamente, y como pueden suponer, estaba hasta la bandera, y llenarla de carcajadas y risas con tanta frecuencia que las llamadas al orden por parte de Armando, sobre todo en el llamado "gallinero" donde yo me encontraba junto a Cris, la mujer de German, algunos amigos y demás, no se hicieron esperar, y más a medida que iba transcurriendo la cata, pues estaba previsto catar hasta 20 vinos pero resultó imposible por falta de tiempo y por la propia saturación del personal, no habituado a estas catas del tipo "Antología de..."
Y es que como muestra de su generosidad, Germán nos lo trajo todo. Quiso que lo conociéramos a fondo probando todos sus vinos. Tanto los que tiene ahora en el mercado, que sería lo normal, como una serie de muestras de barricas de los vinos que está elaborando ahora para su nuevo proyecto Casa Aurora, Poula 2013 y La Galapana 2013, y que saldrán el año que viene o el siguiente, y también alguno de sus primeros vinos. De ahí lo de presente, pasado y futuro. A eso súmenle sendas catas verticales de sus vinos estrella en ambas zonas: Quinta Milú La Cometa 2009, 2010, 2011 y 2012, y Altos de San Esteban Viñas de Monte 2008, 2009, 2010 (Edición especial) y 2011. Por supuesto la Perra GordaLo dicho, toda una antología.
En general, son vinos de viticultura tradicional, donde todo el protagonismo reside en la viña; de cada parcela un vino, vendimia manual, pisado de la uva también manual, (bueno, pedal en este caso), mínima intervención en bodega y empleando barricas ya usadas. Tampoco filtra, ni clarifica los vinos, así que es normal que aparezcan sedimentos en el fondo de la botella.
Particularmente, me quedo con los vinos de Ribera del Duero, los Quinta Milú, me quedo con todos. Milú es el más joven, con unos 6 meses de barrica, Quinta Milú La Cometa, viñedos más viejos y mayor crianza, y Quinta Milú "El Malo" cuyo nombre se refiere a un viñedo antiguo que bien por su orientación o bien por la composición del suelo resulta difícil de tratar, con baja producción y lenta maduración. Un viñedo "malo" que sin
embargo da lugar a un vino muy, muy bueno. Era lo esperado.
Pero si tuviera que quedarme con uno me quedaría con el magnum etiquetado de la foto de abajo. Un Quinta Milú Viñas Viejas 2009 "Selección para Pilar" la hermana de Milú, un vino familiar y como tal, reservado para la familia. Yo haría lo mismo. Mi mejor vino para mí. Como dice Armando "...es una de las ventajas de ser propietario..."
De sus vinos del Alto Bierzo, "El Bierzoo" como dice él, resulta destacable La Mendañona 2008, una mencía bierzana poderosa, que plantada en suelo arcilloso le da un toque particularmente "férreo" al vino, de ahí debe venir el que se encuentre pleno de facultades casi cuatro años después de su embotellado.
En fin, continúan las Catas de Verano en Er Guerrita.....