Manzanilla Clásica y Fino Selección Exclusiva.
Fino |
Foto de Diario de Jerez. Presentación Soleras Olvidadas. |
Solera del Amontillado Conde Aldama. Bodega Los Ángeles |
Manzanilla Clásica y Fino Selección Exclusiva.
Fino |
Foto de Diario de Jerez. Presentación Soleras Olvidadas. |
Solera del Amontillado Conde Aldama. Bodega Los Ángeles |
Simbiosis Airén de Tinaja 2019, es un vino monovarietal de Airén, elaborado por el enólogo Bernardo Ortega, un tipo joven, al que conocí personalmente este año, simpático, manchego de Villarobledo, y empeñado - y qué buen empeño el suyo - en darle a la variedad Airén el verdadero protagonismo que merece, y recuperando del pasado esa elaboración tradicional en tinaja de barro: vino de pueblo, es el término que se empieza a acuñar en otras zonas y por otros elaboradores; o como dice el propio Bernardo "el vino que bebía mi padre o el que bebían mis abuelos" y que poco a poco, o mucho a mucho, se ha ido perdiendo.
Curiosamente el vino desarrolla algo de velo de flor durante el tiempo que permanece en la tinaja de barro, donde fermenta en contacto con los hollejos de la uva, algo que por otro lado no es nada infrecuente, ya que la levadura se encuentra cómoda con buena temperatura y buena humedad para desarrollarse. Esto, finalmente, se nota al probar el vino.
Allí, por esos "campos de soledad, mustios collados", que decía el poeta, - aunque de mustios nada de nada - por la zona de Villarobledo (Albacete) dispone Bernardo Ortega de cepas viejas de Airén, cepas de secano, plantadas en vaso, tradicional sistema de plantación muy típico para las cepas viejas en la mayoría de zonas vinícolas de España.
Cepas manchegas plantadas en vaso. (Foto de guiarepsol.com) |
Simbiosis Airén de Tinaja 2019 es un vino blanco, muy fresco, ligero, con una atractiva carga frutal en nariz que recuerda a las manzanas, las peras, fruta blanca en general acompañada de toques de levadura de panadería, con muy buena acidez en boca, paso muy agradable y fresco por el paladar y una sensación mineral que le da algo más de cuerpo de lo que se podía esperar. Francamente rico, de los vinos que, misteriosamente, desaparecen de manera rápida de la copa. Y de la botella.
Continuamos para bingo.
Pronto llegará la cosecha de 2021 y este blog continúa su andadura, a pesar de los pesares.
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El Envero.
(Foto de Finca Antigua) |
(Foto de escocesvolante) |
(Foto de Jesus Vinyales) |
Empezamos Marzo de 2021, tras la festividad del Día de Andalucía, con un gran vino de Jerez, un Oloroso por derecho, con 12 años de crianza oxidativa o físico-química, elaborado por una bodega histórica como es Bodegas Díez-Mérito.
Las bodegas Díez-Merito, actualmente propiedad de la familia Espinosa, de Jerez, han pasado por un largo recorrido histórico desde que en 1876 se fundara la Bodega Díez Hermanos, por los hermanos Díez y Pérez de Muñoz, que curiosamente eran diez hermanos, si bien fueron dos Manuel y Salvador los fundadores de la bodega; todo tiene Cádiz un doble sentido. Más adelante, ya en el siglo XX, al adquirirlas bodegas del Marqués del Mérito, pasaron a ser Bodegas Díez-Mérito, antes de que entrara en acción Rumasa y toda aquella movida de los 80. Después, el riojano Marcos Eguizabal se hace con ellas tras la quiebra de Rumasa. Finalmente vuelven a manos jerezanas cuando en 2016 la familia Espinosa las adquiere, refundándolas como Bodegas y Viñedos Díez-Mérito, y con dos edificios emblemáticos: la Bodega Bertemati, de 1790, y la Bodega El Cuadro, donde tiene su despacho de vinos, así como la Viña El Diablo, la histórica Viña El Caribe, y otra en Gibalbín, Las Mezquititas.
Por otro lado, el nombre de Bertola resulta que es una españolización, por decirlo de alguna manera, del apellido inglés Bartle, que se pronuncia más o menos 'bértol' o 'bártol', apellido de la familia Craven-Bartle que se asentó en Jerez entre los siglos XIX y XX y acabaron fundando la bodega - no poco importante - Bertola S.A.
Más de una vez he oído y a veces hasta lo he leído, que Jerez era tierra de Olorosos, mientras que El Puerto lo era de Finos. Conceptos, claro está, de antaño, ya que hoy día se hace de todo en todos sitios, pero el oloroso era el vino clásico de Jerez. En el caso del Oloroso Bertola 12 años, hablamos de un vino que se elabora a partir de un mosto de Palomino Fino, que tras la fermentación, se encabeza a 18% vol. de alcohol mediante la adición de alcohol vínico, para pasar a las solera de oloroso para una crianza oxidativa de hasta 12 años en viejas botas de roble americano de 500 litros.
Esta podría ser y de hecho es, la elaboración actual de la mayoría de los olorosos, ya que parece que se está perdiendo la - digamos - tradición del segundo encabezado, esto es, encabezar el mosto ya fermentado a 15%, los mostos más finos, dejarlos durante uno o dos años en bota con crianza biológica y en una segunda clasificación encabezarlos a 18%, con la consiguiente pérdida de flor.
Oloroso Bertola es de coloro caoba oscuro, con algún reflejo cobrizo, profundo, con abundante lágrima glicérica. Nariz intensa, de notas tostadas, frutos secos, fruta escarchada, y aromas de madera vieja, barnices. En boca es muy seco, amplio, con volumen. Se nota cálido y muy largo.
En un gran oloroso con una alta relación calidad/precio ideal para consumir casi en cualquier momento y en cualquier ocasión.
A propósito de los vinos Cream y Medium del Marco del Jerez, que son vinos de cabeceo o mezcla de
dos vinos, uno seco, normalmente oloroso - aunque también los hay con
amontillado - y uno dulce en menor proporción, como un Pedro Ximenez o un
Moscatel, nos encontramos con una amplísima variedad de vinos en cuanto a la
vejez y en cuanto al contenido en azúcar residual, porque es este último el que
determina que un vino sea Cream o
sea Medium, según el Consejo
Regulador, como indico más abajo.
En principio habría que tener en cuenta esas dos
variables: la vejez media del vino base
- el oloroso o el amontillado - es decir, del vino seco que entra en más
proporción, porque puede ser un oloroso joven o un oloroso con 10 o más años de
crianza, y por otro lado el nivel de azúcar, medido en gramos/litro, que
alcanza la mezcla.
Ambos vinos Cream y Medium, están encuadrados en el
tipo Vino Generoso de Licor siendo el Medium el menos dulce, cuyo contenido en
azúcar puede ir desde los 5 gr/L hasta
los 115 gr/L - con dos subcategorías más, Medium Dry si no llega a los 45 gr/L
y Medium
Sweet si los supera - y el Cream cuyo contenido en azúcar va desde los
115gr/L hasta los 140gr/L, inclute tambien los Pale Cream.
Pero también habría otra variante más, y es que hay
algunas marcas en donde primero se envejecen los vinos por separado, el seco y el
dulce, y luego se ensamblan, es decir se mezclan, y se embotellan, y hay otras normalmente
las más económicas, en los que primero se hace la mezcla y luego se introducen
en botas para su crianza oxidativa durante un tiempo determinado.
Veremos unos ejemplos:
Medium.
Convendría a las bodegas informar o publicar sobre el
contenido exacto de azúcar, ya que los intervalos legales son bastante amplios.
Osborne solo especifica que su 10RF
es un Medium, aunque sabemos que es ‘sweet’ - basta probarlo – pero sin llegar a los 115
g/L, pues entonces sería un Cream. En
ambos casos son vinos jóvenes con unos 6 años de crianza oxidativa, que se elaboran haciendo primero el ensamblaje o cabeceo de los vinos de Palomino y Pedro Ximénez, y sometiéndolos después a la crianza en bota.
Dry Sack Medium: Aquí más info sobre este vino.
Cream.
Bodegas
Lustau tiene hasta cuatro vinos de tipo Cream: Candela Cream, Cream Capataz Andrés, Rare Cream Solera Superior y este más
especial, East India Solera, que se
elaboran envejeciendo por separado el Oloroso de Palomino y el Pedro Ximénez,
en el caso de este último durante 12 años, para después hacer el ensamblaje, y
ya en la Solera de East India envejecer tres años más hasta un total de 15
años. East India Solera llega hasta
los 134 g/L de azúcar pero debido a su larga crianza, la acidez se equilibra
con el dulzor, y puede dar la sensación de ser menos dulce. Es un gran vino.
A diferencia, el archiconocido Canasta Cream de
Williams & Humbert, un Top ventas, tiene 132 g/L de azúcar, y tiene una
elaboración similar al Dry Sack, pero con un mayor aporte de Pedro Ximénez para aumentar el contenido en azúcar.
Por tanto, vemos que hay vinos con distinto contenido
en azúcar dentro de una misma categoría, el alcohol, la acidez, hacen que ese
dulzor llegue a ser más o menos empalagoso o esté menos equilibrado, siempre el
consumidor tendrá sus preferencias y gustos.
Delgado Zuleta presenta Cuestecilla,
una manzanilla de otro siglo.
Sanlúcar de Barrameda, a 15 de enero de 2021.
Delgado Zuleta comienza el año lanzando al mercado Cuestecilla, una nueva manzanilla con múltiples factores diferenciales que la hacen muy singular. Será el primero de los 5 nuevos proyectos que la centenaria bodega sanluqueña va a ir presentando en la primera mitad de este 2021.
Sobre
Delgado Zuleta
Delgado Zuleta nace en 1744, lo que la convierte en una de las bodegas más antiguas del Marco de Jerez. En 1918 toma el nombre artístico de una famosa bailaora, La Goya, para su principal manzanilla, y en 1987 se fusiona con la bodega Rodríguez La-Cave.
Tiene el privilegio de ser proveedor de la Casa Real, y además de contar con botas firmadas por Alfonso XIII y Victoria Eugenia, los príncipes de Asturias eligieron su manzanilla para su enlace en 2004. En su porfolio de productos cuenta con diferentes gamas, como Zuleta y Monteagudo, donde conviven todo tipo de vinos tradicionales (manzanilla, amontillado, palo cortado, oloroso, cream, pedro ximénez y moscatel).
Sus marcas más emblemáticas son las manzanillas Barbiana y La Goya y
su amontillado VORS Quo Vadis? En los últimos años se ha destacado por un
intenso proceso de diversificación, con lanzamientos tan destacados como el
vermú Goyesco y la gama Lola, de vinos tranquilos.
[Nota de Prensa]
Viña Corrales, de Peter Sisseck, y Fino Camborio, de Piñero.
Como hermanos separados, figuradamente, claro.
Esta historia podría empezar hace unos 5 o 6 años, pongamos 2015, por ejemplo. El Fino Camborio vivía en la calle San Francisco Javier, en Jerez de la Frontera, en su tranquila y pequeña casa-bodega. Había sido bautizado años atrás con el nombre de otro conocido fino, el desaparecido Fino Camborio de Terry, de El Puerto de Santa María, pero poco o nada tenían en común salvo el nombre.
El Fino Camborio jerezano, al cuidado de su "padre" Juan Piñero, y sobretodo de su "padrino" el enólogo Ramiro Ibáñez, había llegado a ser uno de los mejores finos del Marco, o el mejor, según algunos. Su larguísima crianza biológica, sus escasas sacas y sus rocíos con los mejores mostos y sobretablas fueron claves. En esa época recibió 91 Puntos Parker - yo creo que merecía alguno más - por el Wine Advocate español, Luis Gutierrez.
Más adelante llegó el momento de protagonismo del Fino Camborio en Rama, es decir, cuando se embotella un fino sin apenas filtracion, tratando de mantener las mismas propiedades y características del vino que se haya en la bota. Y también apareció en formato magnum, una delicia de vino, primero en 2017 y otra saca al año siguiente que sumó un punto Parker más y llegó a los 92, en la llamada Saca de Floración de 2018, o Saca de Primavera, un vino procedente de unas 20 botas - aquí viene el spoiler - que Piñero no vendió a Peter Sissek y se las llevó a la bodega de Sanlúcar de Barrameda donde se cría la Manzanilla Maruja, otra emblemática marca de Terry.
Nos encontramos ya entre 2017 y 2018 cuando entra en escena Peter Sisseck, el de Pingus, en asociación con Carlos Del Rio Gonzalez-Gordon, propietario de la bodega Hacienda Monasterio, en Ribera del Duero, y compran a Juan Piñero nada menos que 470 botas de fino y la propia bodega de la calle San Francisco Javier, con la idea de elaborar su propio fino, partiendo de una base, una buena base, de Camborio. Sisseck además pilla unas hectáreas, diez en total, de viñedo del bueno, en el Pago de Balbaina y también en el de Macharnudo, para ir refrescando cosecha tras cosecha su nuevo vino, embotellado en Abril de 2020 y bautizado como Viña Corrales, que alcanza los 96 Puntos Parker, conformando una solera de 74 botas, Solera Fino PS, y presentado en botella borgoñona estandar, pero solo unas escasas 1200 unidades, la mayoría habrán cruzado ya el atlántico.
Por otro lado, seguimos en 2020, este año fatídico para unas cosas, una nueva saca del Fino Camborio en Rama, ahora subtitulado como Seleccionado, acaba de salir al mercado, casi simultáneamente al Viña Corrales. Durante este tiempo ha sido refrescado con mostos de Añina y Macharnudo; un fino viejo, Fino Amontillado, con 12 años de crianza, y un tono más ámbar, presentado en botella de 50cl, transparente.
Viña Corrales y Fino Camborio en Rama, como hermanos separados, el primero con influencias y educación "foránea", hijo de Sisseck, educado y bien vestido; Fino Camborio en Rama Seleccionado, mudado a Sanlúcar de Barrameda, pero jerezano jerezano. Con su acento local. Figuradamente, claro.
Bodegas Ramón Bilbao presenta dos nuevos vinos:
Ramón Bilbao presenta Límite Norte y Límite Sur, una nueva colección de vinos que nacen dando vida a un viaje para descubrir dos paisajes extremos en La Rioja. Con Límite Norte y Límite Sur, Ramón Bilbao explora los límites geográficos y vitivinícolas de la DOCa Rioja, apostando por variedades que muestran la diversidad y la riqueza de la región.
Dos propuestas enológicas diferentes que completan el amplio abanico de la bodega riojana:
Límite Norte 2017 es el primer blanco de Rioja que elabora Ramón Bilbao, seleccionando las mejores uvas de sus viñedos en Cuzcurrita. Un vino que explora la zona más occidental de la región. Elaborado con 50% de Tempranillo blanco y 50% de Maturana blanca, tras una fermentación en hormigón, y un posterior envejecimiento con sus lías en diferentes materiales (hormigón, ánfora, barricas de 600l), tiene una crianza en barrica americana de 225l durante un período de 6 meses. Este vino presenta una intensidad media en nariz, con aromas de fruta cítrica, fruta de hueso y sutiles notas de barrica. Un blanco de guarda, ideal para maridar con elaboraciones de carnes blancas, como la gallina trufada, quesos cremosos o pescados grasos.
Con este último lanzamiento Rodolfo Bastida, Enólogo de Ramón Bilbao, comenta que “hemos querido poner de manifiesto que La Rioja sigue ocultando muchos caminos de exploración más allá de la clasificación tradicional y de las propuestas enológicas que son más comunes en la denominación”.
Límite Norte 2017 y Límite Sur 2017 estará disponible a partir de Noviembre en el mercado español e internacional con una tirada que no superará las 5.000 botellas de cada referencia.
Pues un vez más y gracias a Verema podremos catar estos dos vinos en una doble sesión on line el próximo 12 de Noviembre. Primero con una presentación a cargo del propio Rodolfo Bastida, a las 1900 horas, y posteriormente una cata de los vinos con los propios usuarios de Verema a las 2000 horas. Para mi será un placer participar y contar aquí más adelante mis impresiones.