Lara O, de Territorio Luthier. Ribera del Duero.

Lara O 2020
Tempranillo (82%)

Garnacha (15%)

Albillo (3%)

14.5% vol.

Bodega Territorio Luthier
D.O. Ribera del Duero

Uno de los pocos vinos que he podido disfrutar en estas pasadas fiestas de Navidad - no por nada, sino porque como media España, me puse malo con gripe el día 22, y a día de hoy aún no estoy al 100% - ha sido este Ribera del Duero: Lara O 2020, de la bodega Territorio Luthier, en Aranda de Duero.

He de reconocer que desconocía por completo la existencia de esta joven y pequeña bodega arandina, y cuando me encargaron redactar su ficha para la web Encopa y me documenté un poco, me quedé prendado y con unas ganas locas de visitarles.

Territorio Luthier es algo más que una bodega de vinos, así nos lo hacen saber sus creadores, Cristina Alonso, experta en enoturismo, y Fernando Ortíz, enólogo, al pensar en Territorio Luthier como un espacio donde integrar música, arte, gastronomía, naturaleza, y por supuesto, bodega.

Los primeros vinos se elaboraron en una bodega alquilada, y no fue hasta 2018 que inauguraron su propio espacio, el Territorio Luthier, en un paraje natural a las afueras de Aranda de Duero. 

El concepto "Luthier", como el famoso grupo humorístico-musical argentino Les Luthiers, es el del artesano que construye sus propios instrumentos de música, normalmente con el material del que dispone pero logrando un sonido armónico, fino y elegante, como así son los vinos que elaboran en Territorio Luthier.

Este Lara O, es su vino más joven, un Crianza (12 meses en barrica + 6 en depósito) elaborado con Tempranillo, Garnacha y la variedad blanca Albillo, un ensamblaje sorprendente y quizás por eso mismo el resultado es igualmente sorprendente. 

El viñedo es ya maduro, de unos 50 años, en las localidades de La Horra y Gumiel de Mercado (Burgos), y el vino, aunque fermenta en depósitos de hormigón, pasa por una crianza en barricas de roble de diversa procedencia - americano, húngaro y francés - cada uno aportando sus matices y terminando con un preciso ensamblado de todas las variedades y todas las barricas. Un trabajo fino.

De paso suave y delicado por el paladar, pulido, sin aristas; fruta fresca, madura, notas balsámicas y de maderas nobles tostadas. Muy largo y equilibrado. Un vino de educadas formas.

Lo dicho, un enorme vino de la Ribera del Duero, una especie de outsider, que demuestra que hay vida más allá de los robles, los maderales y los maderolos.

Fino en Rama La Inglesa. Bodega La Inglesa.

Fino en Rama La Inglesa
100% Pedro Ximénez

15% Vol.

Bodega La Inglesa
D.O.Montilla-Moriles

Permitidme que me salga de mi zona de confort - de mi "zona vinícola de confort", que es el Marco del Jerez, quería decir - y me introduzca brevemente, es una manera de hablar, en esta otra zona, la Denominación de Origen-Montilla Moriles; una zona con más similitudes y parecidos que diferencias con Jerez: historia, pero Historia con mayúscula y muy interesante como veremos después, clima, suelo, elaboraciones, tradiciones...todo eso une a Montilla-Moriles con el Marco de Jerez. Y este vino también.

El Fino en Rama, de la bodega La Inglesa, tiene unos 7 años de crianza bajo velo de flor, con el mismo sistema que en Jerez, de Criaderas y Solera,  y está elaborado - y aquí está la principal diferencia con Jerez - con la variedad Pedro Ximénez, a diferencia de los finos de Jerez que se elaboran con la variedad Palomino Fino.

Los viñedos de Pedro Ximénez, plantados en pura tierra de Albariza - otra similitud - se ubican en la zona de Moriles Altos, junto a la carretera Moriles-Aguilar de la Frontera, donde se ubican muchas otras pequeñas bodegas de Moriles, muchas de ellas marcadas con viejas y grandes tinajas de barro pintadas de blanco. Y es que hay muchos pueblos y ciudades del vino pero ¿cuántos tienen un racimo de uva en su escudo oficial? Moriles.

Foto de Vino En Rama.

Este Fino en Rama, es decir que se embotella sin filtrar, o con un breve filtrado para mantenerlo lo más natural posible, se cría en el propio pueblo de Moriles, en otra bodega de la familia Doblas, propietarios de la bodega.

Origen del nombre de la Bodega La Inglesa.

Supongo que todos recordamos aquel episodio de la empresa cazatesoros Odissey, cuando descubrió el pecio del navío Nuestra Señora de las Mercedes hundido frente a las costas de Faro, en el Algarve, y se fue llevando pasito a pasito suave suavesito, todos el tesoro a EE.UU.

El navío Nuestra Señora de las Mercedes formaba parte de una flotilla de 4 buques que en 1804 traía de vuelta a España desde Montevideo a Diego de Alvear y Ponce de León, a su mujer y sus nueve hijos, ah, y a sus ahorrillos.

 Por vicisitudes de la travesía - eufemismo para indicar que falleció enfermo  el 2º comandante de la flota - Don Diego y su hijo mayor se trasladaron de la Mercedes a La Medea, buque insignia, y ya en las costas de Portugal, se cruzaron con una flotilla británica. Y estando en tiempos de paz con Inglaterra, que eso era como el chiste del intermitente "ahora si, ahora no, ahora sí..." un buque inglés lanzó sin venir a cuento, una andanada contra la Mercedes que le dió "in the middle of the Santabárbara", volándolo de lleno; don Diego y su hijo mayor vieron como perecían el resto de la familia. (Batalla del cabo de Santa María).

Bueno, total, que los ingleses se llevaron prisionero a don Diego y compañía a Londres, y allí, por increible que parezca, por haber perdido a su familia y sus "ahorrillos", lo indemnizan con 12.000 pounds de la época, y lo dejaron en libertad. De paseo por la City conoce a una dama inglesa, que sería su segunda esposa, Luisa Rebeca Ward, se casa con ella, tiene otros 7 hijos más, prolifico el chaval, y como el nota era de Montilla, su abuelo fundó las Bodegas Alvear, se hace construir un palacete de estilo, lógicamente dieciochesco - aunque estuviéramos en el diecinueve, el dieciochesco era el estilo que se llevaba - en plena campiña entre Montilla y Moriles. 

Dicho Palacio que aún se conserva, ya no pertenece a la familia Alvear, sino a la familia Doblas, ue la adquirió  en los 70, y hoy día forma parte de la Bodega La Inglesa, en honor a Mrs. Ward, o Señora de Alvear, y donde tienen unos vinos riquísimos como este Fino en Rama de Bodega La Inglesa.

Luego, mientras Luisa Ward y sus hijos se dedicaban al vino y al buen vivir, don Diego se puso a defender Cádiz durante la Guerra de Independencia, y tal, falleciendo en 1830. Pienso que si los ingleses no hubieran tenido tanta puntería quizás la historia de La Inglesa hubiera sido very diferent.

Canasta 20 Años Cream, de Bodegas Williams-Humbert

Canasta 20 Años Cream
Bodega Williams  & Humbert

D.O. Jerez

20% Vol

Botella de 500 ml.

El Canasta Cream, de Bodegas Williams & Humbert es una de las marcas de Vinos de Jerez más conocidas y reconocidas en todo el mundo, sin lugar a dudas. Tanto es así, y me consta, que tengo la impresión que la palabra "Canasta" se ha convertido en la manera genérica de pedir un Cream por los muchos consumidores en cualquier barra de bar: la gente pide "un Canasta" aunque al final le sirvan cualquier otra marca de Cream, aunque en pocos bares sucede eso. 

Fijaos la importancia de la marca Canasta, que tiene hasta página web independiente del resto de productos de la bodega:

https://www.canasta.es/web/

No hay que olvidar que el Cream es el tercer tipo de vino de Jerez más consumido en España, solo por detrás de la Manzanilla y el Fino; pero es que en el extranjero es el líder indiscutible, incluyendo los diversos tipos de Cream: Cream, Medium y Pale Cream.

Pues bien, hace ya unos años, creo que fue 2016, que Williams & Humbert lanzó un Canasta Cream con nada menos que 20 años de crianza, el Canasta 20 Años Cream. Un V.O.S - Very Old Sherry, no confundir con Versión Original Subtitulada, que no tiene nada que ver. ;) - que he tenido la ocasión de probar a conciencia.

Teniendo en cuenta que el Cream es un vino de mezcla, un vino de cabeceo, mezcla de un vino seco, normalmente un oloroso, con aproximadamente un 20% de vino dulce, un Pedro Ximénez, por ejemplo, me preguntaba si para elaborar el Canasta 20 Años se mezclaban primero los componentes y luego se envejecía la mezcla en una Solera, o bien se empleaban ya vinos envejecidos previamente, como el PX Don Guido, por ejemplo, junto con algún oloroso ya con 20 años. 

En el canister o estuche que acompaña cada botella se puede leer:

" CREAM RESULTADO DE LA MEJOR SELECCIÓN DE VINOS DE JEREZ ENVEJECIDOS 20 AÑOS EN BOTAS DE ROBLE"

Parece que estamos, pues en la segunda opción, mezcla de vinos ya viejos. Y eso se nota, es magnífico. Mantiene un dulzor equilibrado, que en los Cream va desde los 115 gr/L hasta los 140 gr/ L.  - ya lo comenté en el post "Los Vinos de Jerez. Los Cream Sherry y los Medium Sherry" haz clic aquí para leerlo. - pero además tiene ese toque de jerez viejo, de oloroso viejo, con las notas de maderas nobles, barnices, y rotundidad y potencia en el paladar, larguísimo. Y riquísimo.

Nuevo Fino en Rama de Bodegas Fernando de Castilla. Saca de Primavera.

 

Nuevo Fino en Rama de Bodegas Fernando de Castilla.

Saca de Primavera 2023

La bodega jerezana Fernando de Castilla ha presentado esta mañana la saca de primavera 2023 de su Fino en Rama, un exclusivo vino del que únicamente saldrán al mercado 3.600 botellas. El vino es una selección de 8 botas escogidas personalmente por Jan Pettersen –propietario de la bodega-, de entre las más de 300 que forman parte de las soleras de Fino Classic y Fino Antique, las dos gamas de jereces que envejecen a escasos metros de la jerezana iglesia de Santiago.

 Según Pettersen –de origen noruego, pero afincado y vinculado al Jerez desde los años 80 del pasado siglo-, “hemos buscado una selección que aunara las virtudes de lo que ya de por sí son grandes vinos, como el Fino Classic y el Fino Antique. De esta manera, en este Fino en Rama Fernando de Castilla tenemos el brío y la elegancia de Classic y la estructura y complejidad de Antique, dando como resultado un fino único, muy jerezano, que al buen aficionado recordará a los grandes finos que se embotellaban hace 30 o 40 años”.

Hasta ahora este vino se regía por un sistema dinámico de llenos, marcado por la demanda del mercado. A partir de este año, este Fino en Rama pasará a un sistema finito de saca limitada, que estará regido por un criterio enológico de excelencia. Según precisa el bodeguero, “después de registrar las botas sólo seleccionaremos aquellas que cumplan con el perfil buscado y cuando la saca se agote, tocará esperar hasta el año siguiente, de esta manera buscamos preservar un estilo muy determinado”.

El vino tiene una vejez media de 6 años y, dada la demanda ya generada antes de su presentación, se comercializará bajo un sistema de cupos limitados. El origen de los sobretablas que alimentan el sistema de criaderas y soleras de Fernando de Castilla provienen del histórico pago jerezano de Añina, caracterizados por su equilibrio entre una notable finura y una singular verticalidad muy mineral, a la vez que son vinos también sedosos, untuosos y persistentes.   

En la cata, el Fino en Rama Fernando de Castilla es dorado y brillante, con la levadura muy presente, otorgando intensas notas de bollería, a la par que cítrico, yodado y con aromas a frutos secos, con un paso elegante, untuoso, delicado y persistente con matices de avellana, roble y toques salinos muy agradables.

El cambio de un sistema de llenos a uno de sacas, lo ha aprovechado la histórica casa jerezana para modificar sustancialmente la imagen exterior del vino, con una etiqueta presidida por una ilustración de un precioso rincón de la bodega, obra del diseñador y artista de origen barcelonés y afincado en Sevilla, Hugo Zapata, con múltiples diseños premiados a nivel nacional e internacional. Además, el formato también se ha cambiado, pasando de 37,5 cl. a 75 cl.

 El vino se ha presentado en el transcurso de un acto celebrado en la bodega al que han asistido representantes institucionales, periodistas especializados, hosteleros y profesionales del mundo bodeguero. El fino se ha maridado con una selección de diferentes cortes y elaboraciones de atún rojo de Petaca Chico y Cooking Almadraba, además de ibéricos de Montesierra y los picos y regañás de Obando.

 

 

Sobre Fernando de Castilla

La bodega Fernando de Castilla, fundada en 1837, se ubica en el corazón del jerezano barrio de Santiago. En 1999 fue adquirida por el noruego Jan Pettersen, quien la dotó de una perspectiva internacional, estando en la actualidad presente en más de 50 países de todo el mundo. Posee un amplio portfolio de vinos, presidido por las gamas de jereces Classic, Antique y Singular, además de una exclusiva colección de Brandy de Jerez, vinagres y vermús.

 

Para más información:

Probando Probando

Gabinete de comunicación Fernando de Castilla

javier.ciezar@probandoprobando.es – 669071286

 

Amontillado Del Príncipe 15 Años y las Bodegas Marqués del Real Tesoro.

 

Amontillado Del Príncipe. 15 Años.

Bodegas Marqués del Real Tesoro
Palomino 100%
18.5% vol
D.O. Jerez

El Grupo Estévez, al que pertenecen las Bodegas Marqués del Real Tesoro, Bodegas Valdespino y la Manzanilla La Guita, de Sanlúcar de Barrameda - a la que por cierto, y hago un inciso, acaban de quitarle "la guita" en la nueva imagen comercial, esa guita o cuerdecita adosada a la botella, además de toda mención a la familia fundadora, la familia Pérez Marín; una guita con la que se ha venido etiquetando esta manzanilla desde hacía más de 100 años (1908), pero el 1852, año de la fundación de la bodega por Domingo Pérez Marín, eso no lo quitan, eh? - fin del inciso; bien, decía que el Grupo Estévez sí ha acertado, por contra, con los vinos Marqués del Real Tesoro al ascenderlos a la categoría de 15 Años de Vejez Calificada, tanto el Oloroso Almirante, como este Amontillado Del Príncipe. 

Las Bodegas Marqués del Real Tesoro fueron fundadas a finales del siglo XIX por D. Juán Manuel Jácome Pareja Manuel de Villena y Pareja, (1841-1924), 5º Marqués del Real Tesoro, Marino de Guerra, Ministro de Marina y biznieto del primer marqués, D. Joaquín Manuel de Villena y Guadalfajara, a partir de las grandes existencias de vino de jerez almacenadas por el Conde de Villacreces, Don Diego López de Morla, a la sazón abuelo de su esposa, que procedían de su familia y a la que el propio conde había dejado en herencia todo su negocio bodeguero ya a mediados del siglo XIX. Don Diego López de Morla era el propietario, en 1845, de la famosa Viña La Esperanza, en el Pago de Balbaína, a la que por cierto  - y ya van dos incisos - además de abandonar a su suerte, han despojado, a saber quién, de su magnífico mural de azulejos que el pintor gaditano Francisco Hohenleiter realizara en 1937. Una pena.

 

Viña La Esperanza (Fotos del blog: Entorno a Jerez).

En fin, volviendo a nuestro vino de hoy, este Amontillado Del Príncipe 15 años, como todos los amontillados, pasa por una crianza biológica durante unos años, como vino fino, y posteriormente tras el encabezado a 18%vol, continua su crianza, ya oxidativa o fisicoquímica, hasta los 15 años etiquetados. Ni la etiqueta ni la web del Grupo Estévez indican qué parte es de biológica y qué parte es de oxidativa, pero el resultado es magnífico; es el tipo de amontillado, entre los 15 y los 20 años que más me gustan a mi, los que consumo más frecuente.

Tiene un color caoba claro (ámbar intenso pone en la contraetiqueta), de color es más oscuro que otros que tiran más al ámbar claro, como el Antique de Fernando de Castilla. Es intenso, complejo, con notas de frutos secos, maderas nobles, toques yodados; seco, salino, de gran entrada en el paladar, y un final larguísimo. Como dije antes un magnífico amontillado de mediana edad y a mejor precio, sin duda.

Quiero añadir, sobre la historia de las Bodegas del Marques del Real Tesoro, que llegaron a ser muy prestigiosas en la primera mitad del Siglo XX. Ya en 1916 se fundó la compañía "Bodegas del Marqués del Real Tesoro y Cía" en la que entraron los dos hijos del marqués, don Ángel y don Juan, también Marinos de Guerra como su padre, heredando el primero de ellos el título de Marqués al fallecimiento de su padre en 1924. Que por cierto, y hago otro inciso - y van tres -  en la etiqueta del Amontillado Del Príncipe, y de los demás vinos de la misma bodega, como el Fino Tío Mateo aparece la leyenda "Desde 1760". Desde 1760 el qué? ¿La bodega? ¿La marca? Noooo. Ni muchísimo menos. 1760 es el año en el que el Rey Carlos III concedió el título de Marqués del Real Tesoro a Joaquín Manuel de Villena y Guadalfajara, que mencioné anteriormente, un marino que llegó a ser Jefe de Escuadra y Presidente de la Casa de Contratación de Cádiz, en el siglo XVIII, bisabuelo del fundador de la bodega. Y es que no sé porqué todas las bodegas buscan como locas la manera tratar de ser más antigua que su vecina, incluso remontándose a épocas anteriores a su existencia.

Por otro lado, las Bodegas del Marqués del Real Tesoro disponían de una serie de cascos de bodega que están - aún de pié - en la calle Pajarete, en Jerez de la Frontera, en pleno centro, aunque ya muy abandonados. Posteriormente la sociedad pasó a ser "Herederos del Marqués del Real Tesoro" hasta que la bodega y sus marcas comerciales fueron adquiridas entre los años 80  - primero una participación -  y los 90  - ya completamente - por el Grupo Estévez, y reubicadas a las afueras de la ciudad, donde están actualmente.

Antiguas bodegas Marqués del Real Tesoro. Jerez.

Actual emplazamiento

...y eso es todo. ¿Alguna pregunta? 

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Grupo Estevez. Jerez de la Frontera.

https://grupoestevez.es/

Fino en Rama Dios Baco 30 Aniversario

 

Fino En Rama Dios Baco

Saca Especial 30 Aniversario 1992-2022

En Bodegas Dios Baco, de Jerez de la Frontera, han querido celebrar su 30 Aniversario, con la saca de un vino muy especial. Se trata un fino viejo, de entre 8-9 años de vejez y embotellado 'en Rama': Fino en Rama Dios Baco.

Jose Páez ha extraído este vino de una selección de botas de la Solera Bulerías. Bulería es la marca comercial del fino de la bodega y también fue marca comercial, esta vez de Amontillado, de las antiguas bodegas Palomino y Vergara, fundadas en 1848.
Cuando José Páez compra en 1992 parte del enorme complejo bodeguero de Palomino y Vergara, en pleno centro de Jerez -  llamado "Los 12 Apóstoles" porque eran 12 los cascos bodegueros que lo componían - también adquiere parte de sus existencias en vino. 

P & V 1848
(Fachada a la calle Medina)

Vinos ya hechos, soleras de finos como el Tío Mateo, cuya marca comercial fue a parar al Grupo Estevez, a la Bodega Marqués del Real Tesoro, pero que en aquél entonces era de Palomino y Vergara. Ambas etiquetas, muy parecidas, incluso con el mismo grupo de colegas bebiendo vino, como podéis ver. 

Bodegas Dios Baco es, pues, la heredera en cierto modo de una bodega histórica como Palomino y Vergara. Apostando por conservar  - y no especular - unos cascos de bodegas de mediados del siglo XIX en pleno centro de Jerez, con lo que eso supone para el patrimonio vinícola de una ciudad, y sabiendo que solo quedan dos o tres de aquellos "apóstoles", espacio que han ocupado en su lugar unos buenos pisos residenciales.

El Fino en Rama Dios Baco es un fino jerezano como los de antes, con apenas un leve filtrado, se considera un fino en rama precisamente por eso, por estar en la botella casi como en la propia bota, con buen color, muy limpio y brillante. Las cinco botas que forman esta pequeña solera familiar es un homenaje de José Paez a sus cinco hijas. No puede haber mejor vino en la bodega. Es intenso en nariz, muy aromático, y suave pero cargado de carácter biológico en boca, sedoso, mantecoso se decía antes. Rico.

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Bodegas Dios Baco

Calle Huerta Pintada S/N
Jerez de la Frontera

https://bodegasdiosbaco.com/

Los Vinos de Pasto. Qué son y para qué sirven.

 

Pues no es ninguna tontería mía eso de "Para qué sirven?"; el caso es que  - y aquí viene el spoiler - los Vinos de Pasto son vinos destinados para ser acompañados con comidas, vinos para comer con ellos. Pero no le hagan mucho caso a la Wikipedia que se hace eco de la definición de algunos diccionarios, y los define así:

"Vino de mesa o vino de pasto​ es la denominación genérica del más común y ligero de los vinos, que se beben comúnmente durante la comida".

Digo no hacerle caso en lo de vino común, ligero, etc, es decir, que no tiene porqué ser un vino mediocre, faltaría más, para una buena comida no hay nada mejor que un buen vino.

Respondidas ambas preguntas, hay que decir que aquí en Cádiz, se han llamado Vinos de Pasto desde hace muchísimos años - y cuando digo muchísimos me refiero precisamente a eso - a magníficos vinos blancos, normalmente elaborados con Palomino Fino y otras variedades blancas que aquí se daban, procedentes de cierto pagos más o menos reconocidos, léase Macharnudo, Balbaína, Carrascal, etc, que podían estar o no fortificados, es decir encabezados con alcohol. Pero eso no significaba que fueran ni baratos ni mediocres. 

Contaba Alvaro Girón, historiador y buen conocedor de los vinos del Marco de Jerez que

 "Vino de pasto no es una referencia a la calidad del vino, sino a su uso: para comer. La publicidad estaba llena de referencias a "magníficos vinos de pasto". No pocos de ellos carísimos. 

Y si no aquí va la primera prueba:

Podemos ver en este cartel de precios un Amontillado Macharnudo, de Bodegas Valdespino, identificado como "Gran Vino de Pasto" y a un precio superior a otras especialidades de la casa.

Pero, vamos, que eso era antes; hoy día ¿qué vinos no se emplean para comer con ellos?

La cuestión es que ese término "Vino de Pasto", que ya digo que es más antiguo que respirar, está surgiendo de nuevo, últimamente, en las etiquetas de no pocos vinos de aquí de Cádiz y de otras zonas, que ahora mismo no entran en la D.O. Jerez-Xeres-Sherry - en breve les harán un hueco, o les haran una IGP específica para ellos porque como dice César Saldaña: "los vinos de Pasto son Jerez pero no son Sherry" - , porque no son generosos, y tampoco entran en la I.G.P. Vinos de la Tierra de Cádiz, siendo vinos blancos tranquilos, en este caso por propia voluntad del elaborador, que esto de Vinos de la Tierra es un totum revolutum en el que cabe cualquiera.

El vino que encabeza esté post, por ejemplo, La Escribana de Bodegas Luis Pérez, sería un candidato perfecto para entrar en ese nuevo tipo de vino de Jerez, de vinos no fortificados, procedentes de un pago específico, en este caso de Macharnudo.

O este otro: Sobajanera Añina, de Callejuela, con dos años de crianza bajo velo de flor, 13.5% vol, del Pago de Añina, concretamente de la Viña Las Mercedes. El Pago de Añina está en el término municipal de Jerez (podéis ver un mapa del mismo en una publicación de este mismo blog pinchando aquí), aunque luego la crianza del vino se realiza en la bodega La Callejuela  de Sanlúcar de Barrameda. Esta misma bodega también elabora Sobajanera Macharnudo Bajo, de la Viña La Choza, también como Vino de Pasto e idéntica elaboración, 24 meses en bota bajo velo de flor y 13% vol.

Y un ultimo ejemplo sería este La Riva Vino de Pasto 2019, de Bodegas De La Riva, que pude probar recientemente. Procedente, también, del Pago de Macharnudo, con la clara mención "Jerez" en la etiqueta, 20 meses de crianza bajo velo de flor y 14,5%vol.

Cabría la posibilidad - por qué no? - de incluir algún "Vino de Pasto" pero de crianza oxidativa, como Socaire Oxidativo, de Primitivo Collantes, etiquetado como Vino de la Tierra de Cádiz, con más de dos años de crianza en bota sin velo y alcanzando hasta los 60 meses entre depósito y botella. O este Añina 2016, de Luis Pérez, sin D.O., vino blanco.

"Palomino de crianza oxidativa procedente de la Viña El Caribe, en Añina. Fermentación y envejecimiento en bota durante dos años.

Finalizo con una etiqueta antigua de un vino de pasto de 1932, de bodegas Gomez &Co,  anterior a la creación del Consejo Regulador, donde las palabras Sherry y Vino de Pasto aparecen conjuntamente.

Oloroso Ecológico 2015 de Williams & Humbert. Primer oloroso ecológico del Marco.

 

WILLIAMS & HUMBERT LANZA EL PRIMER OLOROSO ECOLÓGICO DEL MARCO DE JEREZ

Oloroso Ecológico en rama procedente de la vendimia de 2015, Saca de julio 2022

 

Un Oloroso elaborado a partir de uva ecológica de la variedad Palomino procedente del pago de Burujena (Trebujena) y fortificado con alcohol ecológico. Procedente de la vendimia de 2015 y embotellado en rama. Este nuevo Oloroso ha sido elaborado de forma estática por la enóloga de las Bodegas, Paola Medina.

Este Oloroso se suma a las nuevas añadas que Williams & Humbert ha lanzado al mercado y que entran a formar parte de su Colección: El Fino 2015, El Amontillado 2011 “Crujía”, el Fino 2012 “Alboreá”, el Vino Tranquilo Pedro Ximénez Añada 2018, el Fino Añada 2017 del Pago de Carrascal y el Fino Añada 2017 del Pago de Añina.

ELABORACIÓN

A diferencia de los vinos de jerez tradicionales, el sistema de envejecimiento de este Oloroso Ecológico no es el de “Solera y Criaderas”, sino que se trata de un vino de crianza estática. Frente a la homogeneidad que aporta el sistema de Criaderas y Solera, en el que los vinos de distinta vejez son metódicamente mezclados, cada uno de estos vinos de crianza estática son únicos y especiales, reflejo de la vendimia del año y de sus particulares condiciones climatológicas.

Para este Oloroso Ecológico, Williams & Humbert seleccionó en la vendimia de 2015 uva Palomino ecológica, procedente del Pago de Burujena, en Trebujena. Una uva sometida a más presión en los desvinadores y prensas que el tradicional mosto yema. Tras la fermentación de estos mostos a 22ºC, se fortificó a 17.5º con alcohol ecológico. Este Oloroso es el resultado de la crianza estática durante 7 años en botas de roble americano de 600 litros de capacidad.

 

 CARACTERÍSTICAS

El Oloroso Ecológico en rama de la vendimia de 2015 (18,5% vol.) pertenece a la saca realizada en julio de este año y su producción es limitada. (1.000 botellas de 0,5 litros)

Se trata de un vino muy fresco, floral, con estructura y mineralidad. De color ámbar, aromas a fruta sobremadura y a frutos secos caramelizados. En boca es seco y con una estructura muy equilibrada.

 

NUEVAS AÑADAS DE WILLIAMS & HUMBERT

Este Oloroso Ecológico de la vendimia 2015 se suma a las nuevas añadas que Williams & Humbert ha lanzado al mercado y que entran a formar parte de su Colección: El Fino 2015, El Amontillado 2011 “Crujía”, el Fino 2012 “Alboreá”, el Vino Tranquilo Pedro Ximénez Añada 2018 y los dos finos, resultado del nuevo proyecto de vinificación por pagos iniciado por Williams & Humbert en el año 2017: El Fino Añada 2017 del pago de Carrascal y el Fino Añada 2017 del pago de Añina.

WILLIAMS & HUMBERT Y LA VITICULTURA ECOLÓGICA

Con el lanzamiento de este nuevo Oloroso, Williams & Humbert continúa con su apuesta por la viticultura ecológica iniciada en 2015 con el lanzamiento del primer fino ecológico del Marco. Desde esa fecha, Williams & Humbert viene cultivando su propio viñedo ecológico de unas 40 hectáreas, que incluye tanto el Pago de Añina como el Pago Carrascal, lo que le permite la elaboración de vinos ecológicos certificados del Marco de Jerez. Además, Williams & Humbert se encuentra inmersa en el proyecto de cultivo de uva Pedro Ximénez ecológica, siendo la única bodega del Marco que ha implantado este tipo de variedad en los viñedos de Jerez.

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Nota de prensa.

Bodegas Williams & Humbert.

http://www.williams-humbert.com/

 

6 vinos para una cata de verano. Champagne, Jura, Alsacia, Chablis, Ribeira Sacra y Rioja.

 

Crónica de una magnífica cata de Agosto.

Vuelta al cole.

Una cata de Agosto con magníficos vinos a la luz de la luna; no será la última, ni ésta será la última entrada de este blog que va ya camino de los 12 años. Seguiremos adelante.

Champagne Mathieu-Princet Rosé Premier Cru. Un ensamblaje de un 60% de Chardonnay y un 40% de Pinot Noir para un fresco champagne de la localidad de Grauves, en la Côte des Blancs, con viñedos propios tanto en Grauves como en Bisseuil, ambos con categoría Premier Cru. 

La proporción de Pinot Noir incluye un 15% de vino tranquilo de Pinot Noir, lo que le da más cuerpo y estructura, además de la crianza entre 3 y 4 años en las cavas de la bodega. La verdad es que por unos 22€ según leo en la propia web de la bodega, no se puede empezar mejor la noche, con una preciosa etiqueta pintada sobre la misma botella. Esto para los que somos coleccionistas de etiquetas es una faena, pero no deja de ser muy bonita.

A los aromas a frutos rojos frescos que aporta la Pinot Noir se le une cierta cremosidad y frescura de la Chardonnay.

De segundo, otro gran espumoso francés. Esta vez un Cremant du Jura, Domaine des Marnes Blanches, una bodega pequeña, de cultivos ecológicos y biodinámicos en la localidad de Sainte-Agnès, en la sorprendente región del Jura.

Esta zona es famosa  - entre otros - por sus Vin Jaune o vinos amarillos, vinos con crianza biológica, como los finos y manzanillas, elaborados con la variedad Savagnin. El riquísimo queso Comté tambien procede de aquí. Vino y queso, qué típico y qué tópico!!

Este Cremant es 100% Chardonnay, un espumoso joven con apenas año y medio de crianza en botella, con sus lías y todo: Es francamente fresco, ligero, muy agradable.

Mantenemos alto el listón con otro vino francés, esta vez un vino de Alsacia, Willy Gisselbrecht Pinot Gris Grand Cru Frankstein, que no Frankestein. Una variedad, la Pinot Gris, que solo la he probado en versiones alsacianas, no recuerdo haberla probado en vinos de otras zonas, se ve que aquí está magníficamente adaptada.

En la localidad de Dambach-la-Ville se ubica esta también pequeña bodega donde la familia Gisselbrecht lleva haciendo vino desde el siglo XVII, y este famoso viñedo Grand Cru llamado "Frankstein", en una empinada loma a las afueras del pueblo está coronado por una capilla, la capilla de San Sebastián, algo que parece ser bastante común, lo de levantar pequeñas capillas en lo alto de un viñedo, y quedan ideales para unas fotos en otoño.

https://www.vinsalsace.com/

El cuarto vino de la noche también resultó ser un vino francés. Un vino de Chablis. 

Garnier & Fils Chablis 2019. Chablis, aunque algo apartada, forma parte del viñedo de la Borgoña. En los mapas le pasa como a las Canarias, que aparece en un rinconcito al margen, y es porque está más al NO. Esta bodega no está en el propio pueblo de Chablis sino que está en la localidad de Ligny-le-Châtel, es el pueblo más al norte de la DO, en la ribera del río Serein, y elaboran vinos de Chablis de todas las categorías. Grand Cru - donde reina el viñedo Le Clos - Premier Cru, Chablis (genérico) y Petit Chablis.

La Chardonnay procede de tres viñedos de tres localidades diferentes, Maligny, Villy y el mismo Ligny-le-Châtel donde esta la bodega. Cada pueblo, cada terroir, aporta al vino matices diferentes, aunque sea la misma variedad, pero en conjunto resulta muy fresco, ligero y equilibrado. 

Con el quinto vino de la noche salimos de Francia, por fin. Y nos metimos en la Galicia profunda. Penapedre, de Eulogio Pomares, Vino de Esperón.

Penapedre forma parte de la gama de vinos parcelarios de Eulogio Pomares - de Bodegas Zárate - vinos de una sola finca, una parcela muy muy vieja, de múltiples variedades incluso blancas, como Mencía, Garnacha Tintorera y otras, en la Ribeira del Miño, como reza en la etiqueta, y como eplica el propio Eulogio:

" Ribeira Sacra ha sido históricamente mucho más que Amandi. A medio camino entre A Cova y Portotide, en la Ribeira del Miño, Esperón era uno de sus viñedos más reputados".

Es un tinto heavy-metal al principio pero luego esta delicioso. Potente y muy aromático. Ta traslada a las costas atlánticas de Galicia.

Y por último un cambio de tercio total, un rosado de La Rioja, de los últimos que han salido con fuerza. Lalomba Finca Lalinde 2020 al que le han sentado muy bien algunos meses de guarda. Lalomba forma parte de una gama de vinos de finca de Bodegas Ramón Bilbao.

Elaborado con un 90% de Garnacha y un 10% de Viura, ambas de la Sierra de Yerga en la Rioja Oriental, lo que antes era Rioja Baja, la Finca Lalinde está plantada en vaso con cepas de más de 40 años. Tiene, además una crianza sobre lías de unos 5 meses.

 Gran vino rosado con acidez y cuerpo, muy sabroso, de gran intensidad aromática y cierta cremosidad o untuosidad por esa crianza sobre lías.

Fin de la crónica. Nos vemos en la siguiente...