11 ene 2024

Lara O, de Territorio Luthier. Ribera del Duero.


Lara O 2020
Tempranillo (82%)
Garnacha (15%)
Albillo (3%)
14.5% vol.
Bodega Territorio Luthier
D.O. Ribera del Duero

Uno de los pocos vinos que he podido disfrutar en estas pasadas fiestas de Navidad - no por nada, sino porque como media España, me puse malo con gripe el día 22, y a día de hoy aún no estoy al 100% - ha sido este Ribera del Duero: Lara O 2020, de la bodega Territorio Luthier, en Aranda de Duero.

He de reconocer que desconocía por completo la existencia de esta joven y pequeña bodega arandina, y cuando me encargaron redactar su ficha para la web Encopa y me documenté un poco, me quedé prendado y con unas ganas locas de visitarles.

Territorio Luthier es algo más que una bodega de vinos, así nos lo hacen saber sus creadores, Cristina Alonso, experta en enoturismo, y Fernando Ortíz, enólogo, al pensar en Territorio Luthier como un espacio donde integrar música, arte, gastronomía, naturaleza, y por supuesto, bodega.


Los primeros vinos se elaboraron en una bodega alquilada, y no fue hasta 2018 que inauguraron su propio espacio, el Territorio Luthier, en un paraje natural a las afueras de Aranda de Duero. 
El concepto "Luthier", como el famoso grupo humorístico-musical argentino Les Luthiers, es el del artesano que construye sus propios instrumentos de música, normalmente con el material del que dispone pero logrando un sonido armónico, fino y elegante, como así son los vinos que elaboran en Territorio Luthier.


Este Lara O, es su vino más joven, un Crianza (12 meses en barrica + 6 en depósito) elaborado con Tempranillo, Garnacha y la variedad blanca Albillo, un ensamblaje sorprendente y quizás por eso mismo el resultado es igualmente sorprendente. 
El viñedo es ya maduro, de unos 50 años, en las localidades de La Horra y Gumiel de Mercado (Burgos), y el vino, aunque fermenta en depósitos de hormigón, pasa por una crianza en barricas de roble de diversa procedencia - americano, húngaro y francés - cada uno aportando sus matices y terminando con un preciso ensamblado de todas las variedades y todas las barricas. Un trabajo fino.

De paso suave y delicado por el paladar, pulido, sin aristas; fruta fresca, madura, notas balsámicas y de maderas nobles tostadas. Muy largo y equilibrado. Un vino de educadas formas.

Lo dicho, un enorme vino de la Ribera del Duero, una especie de outsider, que demuestra que hay vida más allá de los robles, los maderales y los maderolos.


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