CUMPLEN CINCO AÑOS EN LA COBIJÁ. CHICLANA.
Parece mentira pero en los actuales tiempos que corren, tiempos complicados que también padece la hostelería, que un local, en concreto un restaurante, un pequeño restaurante familiar, cumpla los cinco años desde su apertura es para que te caigan dos lagrimones por la mejillas, que es que te entran unas ganas de fundirte en abrazos y besos con Ernesto Ariza y con Mª Oliva Mateo, los dueños de la "Taberna La Cobijá".Esta pareja, son además, padres de familia numerosa y de categoría especial, con lo que todo eso conlleva, así que a base de esfuerzo, dedicación y con una profesionalidad innata han sido capaces de llevar adelante no ya un sueño, un proyecto, si no dos: su familia y su restaurante; y ambos con éxito.
Yo, que de llevar restaurantes no tengo ni idea pero de familias numerosas entiendo algo, lo veo de un mérito extraordinario.
El restaurante está en La Barrosa, en la 2ª pista, zona básicamente turística y veraniega pero que también sufre los rigores del invierno, y no me refiero a los climatológicos. Con el cariño y la simpatía como ingredientes principales se han hecho ya con una clientela más o menos fija para los fines de semana que suelen empezar los jueves, aunque en temporada alta abren casi todos los días, por supuesto. La Cobijá es algo más que una pizzería, es bastante más.
Hace poco volvimos y dimos buena cuenta de su sección de gratinados, con esos Canelones de Rabo de Toro, o una genial Mousaka. Es de los sitios que hay que ir muchas veces para probarlo todo y aún así a veces tienes que volver a empezar porque han cambiado la carta, lo normal. Y a los niños les flipa las pizzas... De eso sabe algo don Pepe Monforte, de la Revista Cosas de Comé, que los conoció el año pasado.
Por cierto, tampoco andan mal de vinos: cuando voy suelo pedir Fino Arroyuelo, de Collantes, o Garum de Luis Pérez. Con eso tengo bastante para una comida familiar. Y tanto...
Ahora en Febrero están de aniversario, ya lo saben, cinco años cumplen, si no has ido se merecen una visita pero ya.
Y tanto que merece una visita... y dos.
ResponderEliminarEnhorabuena