LA PRUEBA DEL ALGODÓN
La prueba del algodón no es una cata más; ni es una cata
menos. Es un ejercicio de sinceridad, de sinceridad personal de los catadores con ellos mismos y de sinceridad de los propios vinos, que se muestran tal y como son, en
una clara “desnudez” anónima sin poder decir nada más que ¡Pruébame!.
Periodicamente, en la Taberna der Guerrita, en Sanlúcar, nos hemos ido reuniendo en torno a diversas catas ciegas para analizar los vinos del Marco de Jerez desde una perspectiva sincera y transparente. Para jugar con ellos - y ellos con nosotros, qué duda cabe - y sobre todo para aprender divirtiéndonos.
Periodicamente, en la Taberna der Guerrita, en Sanlúcar, nos hemos ido reuniendo en torno a diversas catas ciegas para analizar los vinos del Marco de Jerez desde una perspectiva sincera y transparente. Para jugar con ellos - y ellos con nosotros, qué duda cabe - y sobre todo para aprender divirtiéndonos.
Una cata doble ciega de finos y manzanillas comerciales, de
vinos de barras de bar, de vinos cotidianos, es más complicada de lo que
pudiera parecer. Hay que estar muy metido en esto no solo ya para poder decir
en alto, esto es un fino o esto es una manzanilla, sino incluso para afinar si
es de El Puerto o es de Jerez, si de Sanlúcar o de Chiclana, o incluso
llegar más allá y poder afirmar que esto es fino La Ina y esto es
manzanilla Solear (repito que la cata era doble ciega y se desconocen qué 12
vinos eran los ya servidos). Pero tampoco ese ejercicio era necesario; cada
catador según su atrevimiento y/o conocimiento se marcaría un objetivo
diferente al inicio de la cata y una vez finalizada obtener una propia
conclusión o sentencia por muy dura que esta sea.
10 + 2 vinos gazapos que resultaron ser los siguientes por
orden de cata:
1. Manzanilla Solear, de Bodegas Barbadillo.
2. Manzanilla San León, de Bodegas Argüeso.
3. Manzanilla La Goya, de Bodegas Delgado Zuleta.
4. Manzanilla La Gitana, de Bodegas Hidalgo-la Gitana.
5. Fino La Ina, de Bodegas Lustau.
6. Fino
Pando, de Bodegas Williams & Humbert.
7. Manzanilla Pasada Barón, de Bodegas Barón.
8. Fino Arroyuelo, de Bodegas Primitivo Collantes.
9. Manzanilla La Guita, del Grupo Estévez.
10. Fino Tío Pepe, de González Byass.
__________
11. Manzanilla La Guita, saca de Julio de 2012.
12. Fino Tío Pepe en Rama 2014.
Dos gazapos en la cata, dos copas destacadas de las otras 10, el primero para ver claramente la evolución de un vino de crianza biológica en botella, curiosamente estando presente el mismo vino La Guita, pero de una saca reciente: interesante ejercicio. Y el segundo, también interesante, de un mismo vino en dos versiones, Tío Pepe y Tío Pepe en rama.
Como dije al principio que estas catas son un ejercicio de
sinceridad personal, y no hay nada más personal que los gustos de cada uno de
nosotros, voy a pasar a exponer mis conclusiones sobre los 10 primeros vinos:
1. De los tres vinos que más me gustaron, dos de
ellos han sido de consumo habitual por mi parte, al menos en el último año, y el
tercero una reciente novedad, así que puedo estar tranquilo en ese aspecto por
que se demuestra que tengo los gustos claros y definidos: Manzanilla San León, Fino
Arroyuelo y Fino Pando, este
último, aunque es una marca antigua de Williams
& Humbert, ha sido recientemente recuperada para el mercado nacional y
no lo había probado nunca. La sorpresa de la cata, siempre desde mi punto de vista,
ojo!.
2. De los 10 vinos me arriesgué a decir que eran
finos o manzanillas en 7 de los casos, fallando 2, y dejando solo 3 en interrogante:
fallé Solear – por raro que me parezca,
pues se dice que es una de las manzanillas más evidentes sobre todo por la
edad, que supera a la mayoría de las comerciales - y Pando, que me vuelve a sorprender como un vino suave, elegante, muy
fresco, quizás con un tono dorado algo más intenso dentro de la tónica general muy
homogénea de amarillos pajizos.
3. Sobre los dos vinos extra de la cata y que, sin
duda, jugaban en otra liga, destacar La
Guita saca 2012 con dos años de botella, con una más que interesante
evolución, con mayor intensidad aromática, y el fino Tío Pepe en rama 2014, que recientemente acababa de probar y con
vehemencia, en su presentación en Sevilla, un fino soberbio, pero que como
había quedarse con uno de los dos – repito, a ciegas, antes de descubrir las
marcas, pues me quedé con La Guita, quizás sorprendido por esos aromas de evolución
que me embaucaron.
Finalizada la cata, tertulia, comentarios, risas y fotos; fotos como las del gran Pepe Ferrer, en magnífica exposición en la trastienda de Er Guerrita de su época como reportero gráfico, desconocida - por mi - y genial faceta suya y al que desde aquí le doy la enhorabuena, ya que no pude asistir a su inauguración.
Saludos.
Cata muy interesante y didáctica, si señor! Tomo nota del fino Pando, lo desconocía por completo. Y sigo sin haber probado ese tio Pepe en Rama, que no será por falta de ganas...
ResponderEliminarUn abrazo Guillermo!
Hola Pep: Pues sí; a priori podría parecer, digamos, una cata menor pero nada más lejos de la realidad. Ese fino Pando quiero volver a pillarlo para darle el protagonismo que merece a solas...je, je!!
ResponderEliminarY en cuanto al Tio Pepe en Rama, aunque este año creo que han embotellado más unidades sigue siendo un vino difícil de encontrar, aunque me consta que en Barcelona disponen de bastante cupo.
Saludos.