Palo Cortado Urium VORS

Palo Cortado Urium VORS
Bodegas URIUM
D.O. Jerez y Manzanilla de Sanlúcar

Siempre que voy a una de estas catas de los sábados del Consejo Regulador, donde tienes la ocasión de catar vinos exclusivos de bodegas muy particulares, como fue Fernando de Castilla, Emilio Hidalgo, o en esta ocasión Urium, siempre, como digo, salgo con la sensación de que el Palo Cortado es el vino con más personalidad de todos los del marco de Jerez. En todas estas sesiones surgen las dudas de los asistentes - que qué es un Palo Cortado, que cómo se hace, si se mezcla, si no se mezcla - y las explicaciones y los intentos por hacer comprender a gente neófita y no tan neófita acaban siendo vanas. Y eso de que tenga en nariz sensaciones de amontillado, y en boca carácter de oloroso, aun siendo cierto, no es tan fácil de entender. Catas el amontillado VORS, después el Oloroso VORS, después el Palo Cortado VORS, vuelves al amontillado...comparas amontillado y palo cortado, comparas oloroso y palo cortado...no es facil. Así que voy a hacer caso a Cesar Saldaña, presidente del Consejo Regulador, cuando dice que "...no nos hagamos tantas preguntas y vayamos directamente a lo que interesa, que es probar el vino".Es este Palo Cortado Urium, el vino que quiero destacar de la cata de Urium, en la que además probamos el Fino en Rama, el Amontillado VORS, el Oloroso VORS y el PX VORS. Todos, excepto el primero con una vejez media calificada de más de 30 años, y que se superan con creces. Vinos de producción muy limitada, exclusivos, con una imágen de presentación muy cuidada.
El Palo Cortado se presenta con una nariz extraordinariamente intensa y compleja. No solo las notas de frutos secos, si no que despliega un abanico de matices de fruta escarchada, como los orejones, notas de ebanistería, tostados, barnices, ...una delicia.
En boca es seco, pero no tiene la sequedad cortante del amontillado, sino que añade la golosidad y la redondez de un oloroso. Más suave y sedoso, diría. Te llena la boca de sensaciones muy duraderas. Es muy persistente.

En definitiva es un vino que habría que tomar con cuentagotas, una verdadera joya con la que te puedes encontrar una vez en la vida - o ninguna - estamos ante uno de los mejores vinos del mundo, ahí es nada, con todas las letras.