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24 abr 2014

Abadía Retuerta Le Domaine 2012


Sauvignon blanc (60%), Verdejo  y otras (40%)
13% vol.
Bodega Abadía Retuerta
V.T. Castilla y León



Los vinos de la bodega Abadía Retuerta han logrado el prestigio de ser de los mejores vinos de la Ribera del Duero sin ser de la Ribera del Duero, es decir, sin pertenecer a la DO Ribera del Duero, pero como decía aquel humorista: estar están; por que están en la población de Sardón de Duero, en Valladolid,  y si no han entrado en los límites de la DO, al menos están en el descansillo, pero ahí están muy bien, oiga, ni falta que les hace llamar, y ni quieren.
Un viñedo que, como decía, estar estaba desde ya el siglo XVII que sepamos,  y muy posiblemente desde antes, y es que ya sabemos que donde había monjes había vino y cerveza, como las famosas cervezas de abadía, y la reconquista medieval debió ser muy dura como para llevarla a cabo a palo seco.
Este vino en cuestión, Le Domaine 2012, muy a la francesa, es la segunda cosecha que sacan, y es su primer vino blanco, un vino de guarda - como pone en la etiqueta -  o sea de guardar, no entiendan mal, quiere decir que si lo compras y lo abres dentro de 2, dentro de 4, o dentro de 6 años, pues lo bebes tan ricamente. No quiere decir que el vino no se pueda beber ya, que sí, sino que la evolución con el paso del tiempo será positiva, el vino habrá cambiado, será algo diferente, con otros matices, pero igual de bueno.
Yo no soy mucho de guardar vinos, prefiero bebérmelos, y este vino no lo conocía; así que aprovechando la muestra de "Vinos de España, una pasión(Ver más aquí...) quise probar uno de los vinos blancos de los que más había oído hablar este año, y sin duda que bien ha merecido la pena.



Con un envejecimiento de cinco meses en barricas de roble francés, que lo dota de estructura en boca, o como se decía antiguamente, un vino con cuerpo, concepto que ya apenas leo, sin embargo es su aroma extraordinario de fruta blanca, albaricoque, melocotón, junto con notas de maderas aromáticas, y algunas especias, lo que lo hace complejo y penetrante. Una ricura.
Y ya si tienen ocasión de darse un garbeo por allí y se alojan en el propio Le Domaine y lo prueban, pues ya, si eso, me lo cuentan, vale...?